La cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), convocada con motivo de lo sucedido con el vuelo del presidente boliviano Evo Morales en Europa, fue realizada ayer en Cochabamba con la participación de los presidentes de Bolivia, Venezuela, Argentina, Uruguay y Surinam. Estas naciones han dejado bastante claro que, pese a su pasado colonial, no están dispuestas a tolerar atrasos en el transporte aéreo por culpa del imperialismo. Al menos si se trata de los aviones presidenciales. 500 años de colonialismo y 200 demorando la flota en La Habana fueron más que suficiente.
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